Charles August Fey, fue un inmigrante americano, de procedencia alemana, apasionado por el mundo de las ruletas y el juego en general. Radicado en San Francisco, montó su propia empresa de fabricación de teléfonos, equipos electrónicos y piezas de repuesto.
Llevado por su interés por los juegos de máquinas, numerosos en la ciudad, decidió construir un artilugio mecánico que sirviese apostar dinero. La primera tragamonedas de la historia vio la luz en el año 1899, con un nombre evocador: Liberty Bell, hoy en día convertido en un referente para los amantes del juego.
Esta primera máquina supuso toda una revolución, respecto a los aparatos que existían en la época. El éxito fue arrollador, tanto que su inventor se dedicó a la fabricación de este tipo de máquinas en serie.
Sin embargo, la competencia no tardó en aparecer, y las máquinas tragaperras se multiplicaron en el país, llevando incluso al gobierno a la prohibición de las mismas alegando que fomentaban la violencia, debido a sus símbolos de armas de fuego y bandidos armados que ostentaban. Para sortear la prohibición, las tragamonedas se comienzan a asociar a las máquinas dispensadoras de golosinas. Los actuales prints de ciruelas, naranjas, limones o cerezas son un homenaje a sus hermanas mayores.
En el año 1931 se regulariza y legaliza el juego con dinero en Nevada. El Flamingo, primer casino abierto por Bugsy Siegel en las Vegas, instala la primera tragamonedas en sus salones. Es el punto de partida de un negocio que actualmente genera en el mundo más dinero que ningún otro juego.
En la década de los 60 surge la primera maquinas tragamonedas completamente elecromecánica: Money Honey, con nuevas funcionalidades como las campanitas electrónicas que avisan al croupier cuando se obtiene un jackpot o los saltadores de monedas mecanizados que posibilitan la simplificación de los pagos. La mecanización de las máquinas, hace que un gran número de ellas puedan ser controladas con menos personal.
La evolución de las máquinas ha sido constante. Materiales más ligeros y resistentes, y funcionalidades innovadoras. En los años 70, las tragaperras incorporan ya microchips electrónicos y en los 80, llega una nueva innovación revolucionaria: El generador de números aleatorios que garantiza la equidad e impide las manipulaciones y las trampas. También aparecen los video slots, con símbolos de todo tipo que surgen de pantallas digitales.
Actualmente la aparición de los casinos en línea, ha hecho que las maquinas tragamonedas se hayan formateado para utilizarlas a través de Internet. La mayoría de los grandes casinos ponen a disposición de sus jugadores la posibilidad de jugar a las tragamonedas gratis para familiarizarse con las mismas sin correr riesgos. En la Red es posible encontrar actualmente todo tipo de multilíneas, mecánicas, video spots, con bonus, joker, etc., para jugar a las tragamonedas gratis o de pago.